martes, 25 de agosto de 2009
gob y la afa
El gobierno y los kirchner para poner a la gente pobre de su favor que aca en la argentina son la mayoria quieren pasar futbol gratis por canal siete. Ademas de pagarle a la afa un monton de plata de los fondos publicos( nuestra plata) van a dejar endeudados a la argentina todavia mucho mas porque es imposible que recauden toda la plata que supuestamente creen que van a conseguir, y en realidad van a terminar perdiendo.
lunes, 24 de agosto de 2009
AFA
Lo que ocurre es que la AFA o mejor su presidente Julio Grondona es un impostor porque rompio un contrato con la empresa TYC, para hacer un acuerdo con el gobierno, mas bien con la presidenta.
TYC (es de clarin) le pagaba a la afa 250 millones de pesos para que ellos transmitan la televisacion de los partidos del apertura 2009. Al romper el contrato que une a tyc con la afa, cristina ofrecio pagar 600 millones de pesos para que los canales de aire: canal 7,9,y america televicen los partidos. Yo creo que por lo menos la mitad de ese dinero es para Grondona, ya que este es un mafioso. Lo peor es que esa plata es de la gente, de los ciudadanos argentinos que respetuosamente pagamos lo impuestos cada mes. Acà hay alguna trampa de la presidenta.
TYC (es de clarin) le pagaba a la afa 250 millones de pesos para que ellos transmitan la televisacion de los partidos del apertura 2009. Al romper el contrato que une a tyc con la afa, cristina ofrecio pagar 600 millones de pesos para que los canales de aire: canal 7,9,y america televicen los partidos. Yo creo que por lo menos la mitad de ese dinero es para Grondona, ya que este es un mafioso. Lo peor es que esa plata es de la gente, de los ciudadanos argentinos que respetuosamente pagamos lo impuestos cada mes. Acà hay alguna trampa de la presidenta.
Estado + Afa: Estafa
$ 58.480 para ver cómo Riquelme duerme la pelota un minuto
Roberto Cachanosky
17/08/2009
La intervención del Estado para garantizar la transmisión televisiva de los partidos de fútbol en forma gratuita desnuda una curiosa concepción de la redistribución de riqueza.
Mi estimado amigo y brillante economista Gustavo Lazzari me pasó algunos datos sobre la estatización del fútbol que me parecen interesantes para comprender el grado de delirio con que se maneja el kirchnerismo a la hora de gastar los recursos de los contribuyentes.
De acuerdo a lo trascendido, el Estado –es decir, los contribuyentes– le pagaría a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) $ 600 millones por año para transmitir “gratis” los partidos de fútbol. Supongamos que se transmiten solo los torneos Apertura y Clausura de Primera A, Nacional B y Primera B. A 19 fechas por torneo, siendo dos en el año y tres categorías, habría que transmitir 114 partidos. Esto significa que cada partido tendría un costo para los contribuyentes de $ 5,26 millones. Si cada encuentro tiene 90 minutos, el costo de transmisión de cada minuto sería de $ 58.480, una cifra cercana al valor de un automóvil cero kilómetro bastante bueno. Es decir, cada vez que Juan Román Riquelme duerma por un minuto la pelota en el medio de la cancha o se tome su tiempo para patear un tiro libre y pedir al referí que acomode la barrera, los contribuyentes pagaremos el equivalente a un coche cero kilómetro. Otro cálculo: los 6 segundos que se toma el arquero para sacar mientras se acomodan sus compañeros nos costarán $ 5.848.
La pregunta es: ¿cómo se financian estos delirios de Néstor Kirchner? ¿Habrá suficiente publicidad que financie el equivalente a un cero kilómetro para ver un minuto de partido? Y si hay suficiente publicidad, ¿para qué interviene el Estado? Si hay suficiente publicidad el mismo sector privado pagaría por los derechos de transmisión y luego recuperaría el dinero mediante la comercialización de espacios publicitarios.
Kirchner dijo que el fútbol tiene que ser gratis porque es popular o cosa por el estilo. Sería bueno recordarle a Kirchner que nada es gratis en la vida. Alguien paga y, en este caso, será el sufrido contribuyente al que le pasarán la cuenta. No me sorprendería que justifiquen los derechos de exportación a la soja argumentando que el campo tiene que ser solidario con los que quieren ver fútbol gratis.
Ahora bien, es sabido que los jugadores de fútbol no constituyen, justamente, parte de las estadísticas de los pobres. Ganan mucho más dinero que reputados profesionales. Son conocidos los casos de jugadores que decidieron irse de algún club porque no les pagaban lo que ellos consideraban que valían. ¿Qué tiene de solidario que los contribuyentes tengan que financiar el costo de los suculentos sueldos de los jugadores de fútbol para que sigan cobrando fortunas por patear la pelota y la gente pueda ver gratis cómo patean la pelota? Cristina Kirchner acaba de pedir que se haga un padrón de los ricos de Argentina. Si se hiciera ese padrón, seguramente en el listado aparecerían muchos jugadores de fútbol y también los Kirchner, que no patean la pelota pero están haciendo pelota el país.
Hagamos, ahora, un análisis económico del negocio del fútbol. Si Kirchner quiere meterse en una actividad privada como es el negocio del fútbol, lo lógico sería que los canales de aire transmitieran los partidos pagando el correspondiente derecho. Ahora bien, ¿cómo recuperarían esos derechos pagados los canales de aire? Con la publicidad que vendan. Si la publicidad es poca, los clubes tendrían que reducir los sueldos de los jugadores que, de no estar de acuerdo, se irían a jugar a la liga europea y aquí quedarían otros jugadores dispuestos a jugar por menor valor. El mayor costo de los clubes de fútbol son los sueldos de los jugadores y de los cuerpos técnicos que, si quisieran trabajar en el fútbol argentino, tendrían que aceptar ingresos mucho más bajos que los europeos, y esos ingresos más bajos estarían reflejando el valor que la gente le da al fútbol y el precio que está dispuesto a pagar por verlo.
Puesto de otra manera, ¿por qué algunos conductores de programas de entretenimiento ganan muy bien? Porque los ve mucha gente y las empresas están dispuestas a poner publicidad en esos programas. Es la cantidad de gente que ve esos programas lo que les da alta audiencia y, por lo tanto, el costo del segundo de publicidad es altísimo y permite pagarles fortunas a sus conductores. Lo mismo pasaría con el fútbol, cada equipo tendría una audiencia determinada y esta fijaría el costo del segundo de publicidad que se les pagaría a los clubes por la transmisión del partido, ingresos que, a su vez, definirían qué sueldos podrían pagarle los clubes a sus jugadores y cuerpo técnico.
De la misma forma que a los profesores universitarios se les paga la hora cátedra, entre otros factores, de acuerdo a la matrícula que estén dispuestos a pagar los alumnos, los jugadores de fútbol tendrían ingresos de acuerdo a lo que está dispuesto a abonar el anunciante por la publicidad, que a su vez, depende de la cantidad de audiencia que tenga cada partido. El sueldo de los jugadores dependería de cuánta gente quiera verlos jugar.
Con esta medida de destinar $ 600 millones al fútbol, que por cierto nadie sabe de qué partida presupuestaria saldrán los fondos, lo que hace Kirchner es tratar de romper con lo que en economía se llama la teoría de la imputación. ¿Qué dice la teoría de la imputación? Que no son los costos los que determinan los precios, sino que son los precios que están dispuestos a pagar los consumidores por un determinado producto los que determinan los costos de producción en que puede incurrir una empresa.
¿Qué hace Kirchner? Paga sueldos altísimos a los jugadores y al cuerpo técnico a costa de los contribuyentes. En su concepto de redistribución del ingreso, Kirchner opta por cobrarle el IVA a una familia pobres para luego financiar el sueldo de jugadores y cuerpo técnico vía los derechos de transmisión.
Es curioso, mientras Cristina se llena la boca con la palabra solidaridad y redistribución del ingreso y el matrimonio insiste con que su modelo es a favor de los pobres, lo que hace en la práctica es quitarle a los pobres para financiar a los ricos.
Antes se decía que para distraer al pueblo, había que darles pan y circo. Como cada vez hay más pobres e indigentes, ya no queda pan para todos, por eso quieren darle circo a todos y gratis.
Citando nuevamente a mi amigo Lazzari: ESTADO + AFA = ESTAFA. © www.economiaparatodos.com.ar
Roberto Cachanosky
17/08/2009
La intervención del Estado para garantizar la transmisión televisiva de los partidos de fútbol en forma gratuita desnuda una curiosa concepción de la redistribución de riqueza.
Mi estimado amigo y brillante economista Gustavo Lazzari me pasó algunos datos sobre la estatización del fútbol que me parecen interesantes para comprender el grado de delirio con que se maneja el kirchnerismo a la hora de gastar los recursos de los contribuyentes.
De acuerdo a lo trascendido, el Estado –es decir, los contribuyentes– le pagaría a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) $ 600 millones por año para transmitir “gratis” los partidos de fútbol. Supongamos que se transmiten solo los torneos Apertura y Clausura de Primera A, Nacional B y Primera B. A 19 fechas por torneo, siendo dos en el año y tres categorías, habría que transmitir 114 partidos. Esto significa que cada partido tendría un costo para los contribuyentes de $ 5,26 millones. Si cada encuentro tiene 90 minutos, el costo de transmisión de cada minuto sería de $ 58.480, una cifra cercana al valor de un automóvil cero kilómetro bastante bueno. Es decir, cada vez que Juan Román Riquelme duerma por un minuto la pelota en el medio de la cancha o se tome su tiempo para patear un tiro libre y pedir al referí que acomode la barrera, los contribuyentes pagaremos el equivalente a un coche cero kilómetro. Otro cálculo: los 6 segundos que se toma el arquero para sacar mientras se acomodan sus compañeros nos costarán $ 5.848.
La pregunta es: ¿cómo se financian estos delirios de Néstor Kirchner? ¿Habrá suficiente publicidad que financie el equivalente a un cero kilómetro para ver un minuto de partido? Y si hay suficiente publicidad, ¿para qué interviene el Estado? Si hay suficiente publicidad el mismo sector privado pagaría por los derechos de transmisión y luego recuperaría el dinero mediante la comercialización de espacios publicitarios.
Kirchner dijo que el fútbol tiene que ser gratis porque es popular o cosa por el estilo. Sería bueno recordarle a Kirchner que nada es gratis en la vida. Alguien paga y, en este caso, será el sufrido contribuyente al que le pasarán la cuenta. No me sorprendería que justifiquen los derechos de exportación a la soja argumentando que el campo tiene que ser solidario con los que quieren ver fútbol gratis.
Ahora bien, es sabido que los jugadores de fútbol no constituyen, justamente, parte de las estadísticas de los pobres. Ganan mucho más dinero que reputados profesionales. Son conocidos los casos de jugadores que decidieron irse de algún club porque no les pagaban lo que ellos consideraban que valían. ¿Qué tiene de solidario que los contribuyentes tengan que financiar el costo de los suculentos sueldos de los jugadores de fútbol para que sigan cobrando fortunas por patear la pelota y la gente pueda ver gratis cómo patean la pelota? Cristina Kirchner acaba de pedir que se haga un padrón de los ricos de Argentina. Si se hiciera ese padrón, seguramente en el listado aparecerían muchos jugadores de fútbol y también los Kirchner, que no patean la pelota pero están haciendo pelota el país.
Hagamos, ahora, un análisis económico del negocio del fútbol. Si Kirchner quiere meterse en una actividad privada como es el negocio del fútbol, lo lógico sería que los canales de aire transmitieran los partidos pagando el correspondiente derecho. Ahora bien, ¿cómo recuperarían esos derechos pagados los canales de aire? Con la publicidad que vendan. Si la publicidad es poca, los clubes tendrían que reducir los sueldos de los jugadores que, de no estar de acuerdo, se irían a jugar a la liga europea y aquí quedarían otros jugadores dispuestos a jugar por menor valor. El mayor costo de los clubes de fútbol son los sueldos de los jugadores y de los cuerpos técnicos que, si quisieran trabajar en el fútbol argentino, tendrían que aceptar ingresos mucho más bajos que los europeos, y esos ingresos más bajos estarían reflejando el valor que la gente le da al fútbol y el precio que está dispuesto a pagar por verlo.
Puesto de otra manera, ¿por qué algunos conductores de programas de entretenimiento ganan muy bien? Porque los ve mucha gente y las empresas están dispuestas a poner publicidad en esos programas. Es la cantidad de gente que ve esos programas lo que les da alta audiencia y, por lo tanto, el costo del segundo de publicidad es altísimo y permite pagarles fortunas a sus conductores. Lo mismo pasaría con el fútbol, cada equipo tendría una audiencia determinada y esta fijaría el costo del segundo de publicidad que se les pagaría a los clubes por la transmisión del partido, ingresos que, a su vez, definirían qué sueldos podrían pagarle los clubes a sus jugadores y cuerpo técnico.
De la misma forma que a los profesores universitarios se les paga la hora cátedra, entre otros factores, de acuerdo a la matrícula que estén dispuestos a pagar los alumnos, los jugadores de fútbol tendrían ingresos de acuerdo a lo que está dispuesto a abonar el anunciante por la publicidad, que a su vez, depende de la cantidad de audiencia que tenga cada partido. El sueldo de los jugadores dependería de cuánta gente quiera verlos jugar.
Con esta medida de destinar $ 600 millones al fútbol, que por cierto nadie sabe de qué partida presupuestaria saldrán los fondos, lo que hace Kirchner es tratar de romper con lo que en economía se llama la teoría de la imputación. ¿Qué dice la teoría de la imputación? Que no son los costos los que determinan los precios, sino que son los precios que están dispuestos a pagar los consumidores por un determinado producto los que determinan los costos de producción en que puede incurrir una empresa.
¿Qué hace Kirchner? Paga sueldos altísimos a los jugadores y al cuerpo técnico a costa de los contribuyentes. En su concepto de redistribución del ingreso, Kirchner opta por cobrarle el IVA a una familia pobres para luego financiar el sueldo de jugadores y cuerpo técnico vía los derechos de transmisión.
Es curioso, mientras Cristina se llena la boca con la palabra solidaridad y redistribución del ingreso y el matrimonio insiste con que su modelo es a favor de los pobres, lo que hace en la práctica es quitarle a los pobres para financiar a los ricos.
Antes se decía que para distraer al pueblo, había que darles pan y circo. Como cada vez hay más pobres e indigentes, ya no queda pan para todos, por eso quieren darle circo a todos y gratis.
Citando nuevamente a mi amigo Lazzari: ESTADO + AFA = ESTAFA. © www.economiaparatodos.com.ar
viernes, 14 de agosto de 2009
Vemos 1500 horas de TV por año
Aumenta el tiempo que los más jóvenes dedican a las pantallas digitales
Susana Reinoso
LA NACION
Un argentino medio mira 1500 horas de TV y escucha 1300 horas de radio por año. Además, invierte 150 horas frente a las pantallas, sean éstas computadoras o dispositivos de telefonía celular. En igual período, una persona destina 150 horas al año a la lectura de diarios, y 100 a las revistas.
"La gente muestra más disposición por ser entretenida que por ser informada. En otras palabras, está mejor dispuesta a pagar por lo que quiere que por lo que necesita. Esto no es un juicio moral, sino un dato de la realidad", dijo el doctor Antonio Ambrosini, autor de una investigación sobre la cultura de la actual sociedad de redes, publicada por la Universidad de Palermo (UP).
Con datos propios y oficiales, reunidos en la investigación La cultura del entretenimiento. Fenómeno mundial. El caso argentino, Ambrosini afirma que en 2007 toda la industria del entretenimiento mundial generó US$ 1,4 billones y se espera que, para 2010, alcance a US$ 2 billones. En la Argentina, la cultura del entretenimiento recaudó $ 15.734,7 millones. Ello equivale al 1,7% del PBI del país.
En diálogo con LA NACION, Ambrosini explicó que el crecimiento del entretenimiento se vincula con una sensación creciente : el mundo puede acabar mañana. "Hay gente que prefiere invertir más en entretenimientos que en cubrir otras necesidades, como el cuidado de su salud."
El autor, que trabajó con el Centro de Investigación en Entretenimiento y Medios de la UP, a cargo de Martín Raposo? incluye a los "jugadores" principales del entretenimiento mundial: el cine, la música, la TV abierta y por cable, la industria editorial, la radio, los teatros y conciertos musicales, los videos y DVD, diarios y revistas, y los deportes.
En 2007, el sector que más ingresos obtuvo en la Argentina ?según la investigación? fue la TV paga: $ 5700 millones. Le siguieron los diarios, con un ingreso total de $ 2717,1 millones y la TV abierta, con $ 1600 millones. No obstante estas cifras, la inversión en Internet comienza a crecer al ritmo de las redes sociales. En Europa, las aplicaciones diferenciadas de Facebook superan ya las 10.000, según el libro.
La vida digital, aquí y allá
En cuanto al uso de Internet y los nuevos soportes digitales, un dato marca la diferencia: los jóvenes de la galaxia digital pasan 900 horas al año, en promedio, frente a las pantallas, y desarrollan capacidades inéditas para la llamada generación de la galaxia Gutenberg, formada con el libro.
La galaxia digital sustenta su aprendizaje en una intersección simultánea de imágenes electrónicas, musicales, videoclips, MP3, videojuegos, Internet y telefonía móvil. Un caso ilustrativo: el segmento de público de 15 a 35 años casi ha desaparecido de los cines y se inclina por el cine digital.
En el país, los chicos de 11 a 17 años pasan seis horas diarias en contacto con varios medios. En el segmento ABC1, llegan a las siete horas y media. El 80% del público juvenil usa la computadora en forma regular. En cuanto a la música, nueve de cada diez argentinos admite tener el hábito de escuchar música (radio, señales musicales e Internet).
En la Argentina, el 91% de los llamados "nativos digitales" (la generación de las pantallas electrónicas), usa Internet para vincularse con amigos y el 99% de los adolescentes está prendido al MSN Messenger. Un tercio de los jóvenes de hoy tiene PC en su cuarto. Asegura el trabajo que los índices de lectura no son altamente positivos: el último año, el 52% de los argentinos no leyó ningún libro, y el 28% de ese sector consulta libros o textos por Internet.
De acuerdo con un informe sobre ese sector, citado en el trabajo, los menores de 22 años que ingresaron en el mercado laboral invirtieron un promedio de 5000 horas de su vida jugando con la PlayStation; 10.000 horas, con los teléfonos celulares, intercambiaron 250.000 correos electrónicos y navegaron una media de 35.000 horas en Internet.
El norteamericano Michael Rogers, especialista de The New York Times, citado por Ambrosini, augura que "en 2020 la lectura será un lujo" y sustenta su hipótesis en el hecho de que el 31% de los estudiantes universitarios no entiende lo que lee en un libro porque está más familiarizado con el audio y el video.
El informe señala que "los índices de lectura no son altamente positivos", y cita datos que muestran que el 52% de la población afirmó no haber leído ningún libro durante el último año. Entre los que afirmaron haberlo hecho, en promedio leyeron tres libros.
Susana Reinoso
LA NACION
Un argentino medio mira 1500 horas de TV y escucha 1300 horas de radio por año. Además, invierte 150 horas frente a las pantallas, sean éstas computadoras o dispositivos de telefonía celular. En igual período, una persona destina 150 horas al año a la lectura de diarios, y 100 a las revistas.
"La gente muestra más disposición por ser entretenida que por ser informada. En otras palabras, está mejor dispuesta a pagar por lo que quiere que por lo que necesita. Esto no es un juicio moral, sino un dato de la realidad", dijo el doctor Antonio Ambrosini, autor de una investigación sobre la cultura de la actual sociedad de redes, publicada por la Universidad de Palermo (UP).
Con datos propios y oficiales, reunidos en la investigación La cultura del entretenimiento. Fenómeno mundial. El caso argentino, Ambrosini afirma que en 2007 toda la industria del entretenimiento mundial generó US$ 1,4 billones y se espera que, para 2010, alcance a US$ 2 billones. En la Argentina, la cultura del entretenimiento recaudó $ 15.734,7 millones. Ello equivale al 1,7% del PBI del país.
En diálogo con LA NACION, Ambrosini explicó que el crecimiento del entretenimiento se vincula con una sensación creciente : el mundo puede acabar mañana. "Hay gente que prefiere invertir más en entretenimientos que en cubrir otras necesidades, como el cuidado de su salud."
El autor, que trabajó con el Centro de Investigación en Entretenimiento y Medios de la UP, a cargo de Martín Raposo? incluye a los "jugadores" principales del entretenimiento mundial: el cine, la música, la TV abierta y por cable, la industria editorial, la radio, los teatros y conciertos musicales, los videos y DVD, diarios y revistas, y los deportes.
En 2007, el sector que más ingresos obtuvo en la Argentina ?según la investigación? fue la TV paga: $ 5700 millones. Le siguieron los diarios, con un ingreso total de $ 2717,1 millones y la TV abierta, con $ 1600 millones. No obstante estas cifras, la inversión en Internet comienza a crecer al ritmo de las redes sociales. En Europa, las aplicaciones diferenciadas de Facebook superan ya las 10.000, según el libro.
La vida digital, aquí y allá
En cuanto al uso de Internet y los nuevos soportes digitales, un dato marca la diferencia: los jóvenes de la galaxia digital pasan 900 horas al año, en promedio, frente a las pantallas, y desarrollan capacidades inéditas para la llamada generación de la galaxia Gutenberg, formada con el libro.
La galaxia digital sustenta su aprendizaje en una intersección simultánea de imágenes electrónicas, musicales, videoclips, MP3, videojuegos, Internet y telefonía móvil. Un caso ilustrativo: el segmento de público de 15 a 35 años casi ha desaparecido de los cines y se inclina por el cine digital.
En el país, los chicos de 11 a 17 años pasan seis horas diarias en contacto con varios medios. En el segmento ABC1, llegan a las siete horas y media. El 80% del público juvenil usa la computadora en forma regular. En cuanto a la música, nueve de cada diez argentinos admite tener el hábito de escuchar música (radio, señales musicales e Internet).
En la Argentina, el 91% de los llamados "nativos digitales" (la generación de las pantallas electrónicas), usa Internet para vincularse con amigos y el 99% de los adolescentes está prendido al MSN Messenger. Un tercio de los jóvenes de hoy tiene PC en su cuarto. Asegura el trabajo que los índices de lectura no son altamente positivos: el último año, el 52% de los argentinos no leyó ningún libro, y el 28% de ese sector consulta libros o textos por Internet.
De acuerdo con un informe sobre ese sector, citado en el trabajo, los menores de 22 años que ingresaron en el mercado laboral invirtieron un promedio de 5000 horas de su vida jugando con la PlayStation; 10.000 horas, con los teléfonos celulares, intercambiaron 250.000 correos electrónicos y navegaron una media de 35.000 horas en Internet.
El norteamericano Michael Rogers, especialista de The New York Times, citado por Ambrosini, augura que "en 2020 la lectura será un lujo" y sustenta su hipótesis en el hecho de que el 31% de los estudiantes universitarios no entiende lo que lee en un libro porque está más familiarizado con el audio y el video.
El informe señala que "los índices de lectura no son altamente positivos", y cita datos que muestran que el 52% de la población afirmó no haber leído ningún libro durante el último año. Entre los que afirmaron haberlo hecho, en promedio leyeron tres libros.
domingo, 2 de agosto de 2009
comunicacion antigua
El honor de haber iniciado los procedimientos modernos de las artes gráficas le corresponde al alemán Johannes Guttemberg, quien utilizó móviles metálicos que llevaban grabados las letras, los signos de puntuación y que sí podían utilizarse muchas veces. Como se ha visto, uno de los problemas encontrados en la fabricación de las letras era el hecho de que los primeros tipos eran muy frágiles y se rompían con facilidad, obligando a emplear mucho más tiempo en mecanismos y por ende nuevas letras.
La impresión de Guttemberg, más flexible, produjo trabajos de más calidad y permitió imprimir ambos lados de cada hoja. El siglo XVI trajo consigo adelantos mecánicos que regularon la presión de la platina, la nueva modalidad evitó las manchas de tintas que aparecían en los impresos. Como toda generación que nace y se fortalece, todo invento presentado al público sufre transformaciones que en muchos casos traen como consecuencia su perfeccionamiento. Gran Bretaña construyó la prensa de metal en la misma época que apareció en Francia dos métodos recientes de impresión, como la estereotipia que multiplicó la velocidad de la edición.
La impresión de Guttemberg, más flexible, produjo trabajos de más calidad y permitió imprimir ambos lados de cada hoja. El siglo XVI trajo consigo adelantos mecánicos que regularon la presión de la platina, la nueva modalidad evitó las manchas de tintas que aparecían en los impresos. Como toda generación que nace y se fortalece, todo invento presentado al público sufre transformaciones que en muchos casos traen como consecuencia su perfeccionamiento. Gran Bretaña construyó la prensa de metal en la misma época que apareció en Francia dos métodos recientes de impresión, como la estereotipia que multiplicó la velocidad de la edición.
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